Sol | Not de seim estar
2017
Instalación Sonora Multicanal
Es que somos un negocio redondo y jugoso para ellos. Ahí están involucrados consulados, gobernantes, agentes de migración, alcaldes, ministerios públicos, ejército, la propia sociedad civil. No existe protección alguna para los migrantes. La gente ve el abuso y voltea para otro lado. Nos acusan de ladrones, de infestar México con nuestra presencia. De ir a quitarles los trabajos, de llenar de violencia el país. Nos acusan de violadores. Todo el infame es lo que representamos los migrantes centro y sur americanos para la sociedad mexicana. Por eso cuando nos matan no se inmutan. Es el mismo gobierno el que manjera las redes del tráfico de personas.
Salimos de nuestros países de origen y no sabemos si vamos a cruzar la frontera o nos vamos a morir en el camino. El destino es incierto. El destino es llegar a este país y trabajar en los oficios destinados para los indocumentados: limpiar casas, cortar grama, trabajar de sol a sol en los campos de cultivo, albañilería, partirse la espalda en fábricas trabajando hasta 19 horas al día de lunes a domingo. No tener derechos laborales. Que no nos respeten los Derechos Humanos. Que nos discriminen. ¿El destino? Es venir a morir lentamente en un encierro que nos pintan como el país de los sueños. Un embuste de luces de neón y una realidad de alcantarilla. Pero por otro lado la realidad en los países de origen mata de hambre, entonces entiendo por qué la necesidad de aventurarse a una travesía tan arriesgada. Allá no es mejor que aquí para nosotros los invisbiles.
Entrevista co Ilka Oliva Corado